Día 29 de mayo 2019, a las 8:00 horas todos puntuales en c/ Góngora para iniciar esta nueva aventura de senderismo.
Para este reto nos apuntamos 53 compañeros “31 mujeres y 22 hombres”.
Hoy salimos a nuestra hora, sin ningún contratiempo, paramos en el área de servicios de Huetor Tajar para tomar el desayuno y hacer eso que tenemos que hacer de vez en cuando. Seguimos el viaje y, casi al final, la autovía se tornó en una carreterilla estrecha y con una pechá de curvas que estuvo a punto de marear a algunos integrantes de la expedición, ¡¡al final llegamos todos sanos!!.
A Cazorla llegamos sobre las 13:00 horas, el autocar nos dejó en lo alto del pueblo (Cazorla carece de aparcamientos para autocares en el interior del pueblo) así que coge tu maleta para subir y bajar distintas calles hasta llegar al Albergue Inturjoven donde nos esperaban nuestras guías (Belén, Marta y Mamen), pasamos a una sala donde nos dieron una charla para a continuación repartir las llaves de las habitaciones y a las 14:00 horas nos bajamos a comer, algún tiempo para descansar y a las 17:00 horas salimos para dar un paseo por el pueblo y, andando por su calles empinadas fuimos a visitar:
El Ayuntamiento, la Parroquia de Santa María, (Iglesia de San José) y la Iglesia de San Francisco qué, todos ellos, se encuentran en los alrededores de la Plaza de la Corredera. A continuación bajamos por una calle muy estrechita para llegarnos a las ruinas de la Iglesia de Santa María y mira tú por dónde, nos encontramos a un señor mayor que se distraía bajando y subiendo continuamente con su Land Rover por esa callecita tan estrecha. Todo un personaje el caballero. Pues nada, después de sortear a este buen caballero llegamos al Balcón del pintor Zabaleta, Sin duda el punto más visitado por todos los turistas por sus impresionantes vistas del Castillo de la Yedra, además se puede observar tanto las montañas que rodean Cazorla, como la Peña de los Halcones, el Cerro de Salvatierra, donde se encuentran los restos del torreón del Castillo de las Cinco Esquinas, hasta todo el barrio viejo de Cazorla, a los pies del Castillo, con el torreón de la casa que perteneció a Ava Gadner e incluso asoman las Ruinas de Santa María. Un lugar maravilloso con unas vistas de impresión.
Seguimos bajando y llegamos a la Plaza de Santa María, plaza espectacular donde se encuentra La Fuente de las Cadenas, fuente de sillería y diseño apaisado, adornada con cadenas labradas, relieves y escudos de la ciudad. Está formada por un gran pilar y un lienzo con tres caños una verdadera preciosidad. Seguimos hasta las Ruinas de Santa María, unas ruinas espectaculares, grandiosas y, según nos cuenta Mamen, cuando estaba a medio construir se desató el diluvio, unas lluvias torrenciales en la montaña movieron unas rocas enormes que llegaron rodando hasta esta construcción destrozándolo todo, han querido rehabilitar la iglesia pero por unas cosas o por otras al final, se quedó en ruinas. Su estilo es renacentista y muy posiblemente su autor sea Andrés de Vandelvira.
Subimos a una de sus torres por unas escaleras de caracol que mandan narices, el esfuerzo de la subida fue compensado por las increíbles vistas que tiene hacia donde mires, ya verás el montón de fotos que hicimos allí arriba. Si la subida a la torre fue jodida la bajada imagínate.
Dimos media vuelta, cruzamos la plaza y bajamos por la calle Toril hacia la Bóveda del Río Cerezuelo, escuchas hablar de la bóveda del río pero nunca puedes imaginar lo que te vas a encontrar. Comenzamos bajando por una pasarela que nos llevó junto al río y donde todo cambió, bajó la temperatura y el paisaje cambió totalmente, un olor a higueras y plantas de todo tipo que te dejan majareta, llegamos a la entrada de la Bóveda y el entorno te impresiona con esas cascadas de agua y ese río tan arrollador. Seguimos andando por esa pequeña pasarela con el rio rugiendo junto a ti, es algo que no se puede explicar. Adéntrate en su interior para recorrer la bóveda que te lleva de la Iglesia a la Plaza de Santa María, cuya fusión de arte y naturaleza nos hace soñar despiertos.
Una experiencia única que no puedes dejar pasar.
Acabadas todas las visitas de esta tarde, tuvimos tiempo libre para hacer algunas compras o tomarte alguna cosilla y a las 21:00 horas todos dispuesto para cenar en el Albergue donde después de la cena hubo un poquito de baile. El Albergue Inturjoven también tiene su historia: de corte Renacentista, su construcción proviene del siglo XVI, tiene una elegante portada en arco de medio punto con pilastras, durante un largo periodo fue convento de Clarisas, pasando a ser una cárcel y cobrando hace unos años la función de Albergue Juvenil
Día 30.- Desayunamos tempranito, recogimos el picnic y al autocar que nos llevaría al inicio de nuestra etapa de senderismo de hoy en el Río Borosa. Después de casi hora y media por una carretera estrecha y con un millón de curvas llegamos a nuestro destino (La Torre del Vinagre).
El sendero de hoy se llama Río Borosa y qué según nuestras guías Marta y Mamen, tiene 24 kilómetros pero que nosotros haremos 4 km de ida y 4 km de vuelta, así que comenzamos a andar y al rato nos tropezamos con una piscifactoría de truchas, que aprovecha el limpio y abundante caudal del Río Borosa. Por el camino encontramos cascadas de agua increíbles, todo el entorno es zona boscosa y todo está muy muy verde ¡qué alegría coño!. Tanto verde por aquí y en Málaga secos como la mojama.
Pasamos por algunos puentes bastante antiguos que jalonaban el río ¡quién dijo miedo!. Todos corriendo a subirse en ellos para las fotos, seguimos caminando con tranquilidad pues el sendero era cómodo de andar. Pasamos por una zona llamada La Cerrada de Elías Parque Sierra de Cazorla, Segura y las Villas. Llegó un momento en que el sendero se estrechó y se convirtió en una bóveda súper tupida de plantas y de flores, una estampa preciosa que con el río siempre junto a nosotros pues ya verás, algo digno de ver y de disfrutar. El sendero se complica un poquillo el piso se vuelve un poquito jodido, pero nada, hay seguimos. Llegamos a un puente grandote donde paramos a descansar un poquito y vuelta por donde vinimos, los 4Km de subida se acabaron así que pa bajo.
La vuelta fue más cómoda pues era casi cuenta abajo y se podía andar bien. A las 14:15 horas terminamos la etapa de senderismo en mismo lugar donde comenzamos, buscamos un lugar donde tomarnos las viandas y nos topamos con un restaurante que estaba cerrado así que nos metimos en él y allí nos zampamos el picnic.
Una vez comidos y descansados nos dirigimos al Centro de Visitantes La Torre del Vinagre donde llegamos a 15:30 horas y todos locos por tomar una cervecita fresquita uuuhh que bueno.
Comenzamos la visita con el visionado de un video relacionado con el Parque Natural de Cazorla. A continuación pasamos a ver una especie de exposición de pájaros y animales autóctonos, seguimos por el túnel oscuro donde hay nidos de pájaros y al cantar se les enciende una luz que avisa que tipo de pájaro es el que canta. A las 16:30 horas terminamos en La Torre del Vinagre y carretera hacia el albergue donde llegamos a las 18:00 horas ¡ojú que caló hacía!.
Duchita, un descansito y a pasearnos por el centro de Cazorla, cenamos bailecito y a la cama.
Día 31.- Desayunamos tempranito, bajamos las maletas y directamente a caminar desde la misma puerta del albergue para hacer la ruta de la Ermita de la Virgen de la Cabeza, vaya tela de ruta pues imagínate, desde la misma puerta del albergue hasta la Ermita todo era cuesta arriba y con una pendiente más que respetable pero nada, no hay quien pueda con nosotros. Pasamos por la localidad de La Iruela pueblecito pequeño con pocos habitantes pero muy bonito y florido, pues en todos los balcones había macetas con flores y alguna que otra parra, pero parras con unas ramas súper gordas en fin, ¡ojito! que seguíamos subiendo, en esta subida llegamos al Mirador Merendero de Cazorla con unas vistas de impresión y ¡hete aquí! que en el mirador en una de las mesas había un señor que con esparto estaba haciendo una especie de canastos, el buen artesano echó el día jejejeje, los vendió todosss….
Desde el mirador ya se divisaba la Ermita, ofuuú que bien ya se acabó la subida. La Ermita estaba cerrada debido a que sus fiestas eran en el próximo fin de semana y la Virgen la habían bajado al pueblo pero bueno, descansamos y nos refrescamos, que agua tan buena y tan fresquita tienen por allí.
Bajamos por la parte de atrás de la Ermita y llegamos a la localidad de La Iruela donde paramos a visitar su Castillo y las ruinas de la Iglesia de Santo Domingo:
El Castillo de La Iruela, un pequeño, pero espectacular castillo, está situado en lo alto de un abrupto risco en pleno Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, subimos a uno de sus torreones por una escalera con muchísima dificultad pero que cuando llegas arriba se te quita todo el cansancio acumulado, desde allí se divisan impresionantes vistas tanto de la localidad como de su entorno, una verdadera maravilla.
Este Castillo de La Iruela una vez perdida su función militar por los avatares de la historia lo relegaron a cementerio.
Seguidamente bajamos y fuimos a ver la Iglesia de Santo Domingo que está en el mismo entorno del castillo. La iglesia de Santo Domingo de Silos presenta una planta similar a la de Santa María de Cazorla, tres naves y una torre campanario con un estilo renacentista muy del gusto de los Camarasa, los administradores del Adelantamiento de Cazorla durante gran parte de la Edad Moderna. El 4 de junio de 1810 fue incendiada y destruida por los franceses y pese a algunos intentos ya no se pudo volver a reconstruir. Estos franchutes siempre dando por allí.
Terminamos en La Iruela y nos fuimos caminando hacia Cazorla y a la mitad de camino vimos una terracita llamada El Maño, paramos a tomarnos algo fresquito (ya veréis las fotos) ¡que fresquita estaba la cerveza!.
Acabado el refresquito seguimos hacia el albergue para almorzar, coger la maleta y, a las 15:30 horas al autocar ya tocaba el regreso a Málaga.
Tres días de un intenso y precioso ejercicio de senderismo y, también, de pasarlo estupendamente. Pues cuando estás acompañado de buenos amigos el tiempo vuela que no te das cuenta.
Pues nada, hemos echado tres días estupendos en muy buena compañía, con muy buen tiempo, el albergue muy bien, y Cazorla sigue preciosa. ¡¡Que más se puede pedir!!.
¡¡¡Hasta otro día compañeros!!! A. Abu
